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¿Hay problema, Willy?

lunes, 7 de julio de 2008

Íngrid Betancourt

Me tomé un mes sabático, pero volví.

Este fin de semana me sucedió algo que comentaré en su momento, que me hizo reflexionar sobre la figura de Íngrid Betancourt.


Leyendo Wikipedia en inglés (cualquiera puede corroborar lo que digo, sólo busquen Íngrid Betancourt, con todo y tilde), me enteré que la señora Betancourt había sido amenazada de muerte en repetidas ocasiones. También fue advertida de NO visitar la zona donde finalmente fue raptada. Cuando ella llegó con su comitiva al límite de la Zona Desmilitarizada, le advirtieron nuevamente acerca del peligro inminente. Ella decidió seguir. En ese momento era candidata a la presidencia de Colombia (incluso siguió siéndolo tras su desaparición, alcanzando menos del 1% de los votos).

Como ser humano, definitivamente me alegro que ella haya salido con vida de todo esto, a pesar de haber perdido 6 años de su existencia, de sus hijos, etc. Pero me pregunto: ¿es ella una persona psicológicamente estable? ¿no habrá sido su insistencia en visitar zonas tan peligrosas, un ardid político en su carrera electoral, o tal vez una actitud de mártir?

Los seres humanos (y todos los seres vivos) tenemos un instinto de supervivencia, que nos hace reaccionar cuando nuestra vida se encuentra en peligro. Si la amenaza es abrumadora (por ejemplo, si en un bosque nos topamos un oso café), se activa el instinto de huida (nadie se atrevería a luchar con el oso en cuestión). Si en Colombia a uno lo amenazan de muerte ¿lucha?

Me alegro que Íngrid Betancourt esté viva, ojalá que por otra "hazaña" de esas, no pierda otros 6 años de su vida.