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¿Hay problema, Willy?

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Arquitectos y estudiantes de arquitectura

Arquitecto mesiánico:
es aquel que cree que cuando él (generalmente son hombres) habla, es en realidad una manifestación de Dios (o sea, de ellos mismos). Sufren de grandilocuencia, egolatría y sienten que sus ideas, más que propuestas, son visiones proféticas o panaceas.

Arquitecto artista:
es muy temperamental, aunque de buenas ideas. Duro de tratar pero creativo. Ámelo o déjelo.

Arquitecto / estudiante:
es el docente que sale a tomar cervezas con los estudiantes, no le molesta que uno lo llame por su primer nombre (y a menudo les desagrada que les digan "arquitecto" o "profesor"), son muy queridos por algunos estudiantes.

Arquitecto del odio:
es el que imparte lecciones pero por algún inexplicable motivo, odia la docencia, odia a los estudiantes, y lejos de transmitirles conocimiento, les transmite miedo y resentimiento. Algunos teóricos del fenómeno apuntan como posibles causas, un bajo rendimiento en época estudiantil del ahora profesor, mientras que otros estudiosos señalan como probable causa, el miedo a saturar el mercado laboral (y con ello, perder trabajos a manos de los ahora-estudiantes). Son más comunes en universidades públicas, donde es más difícil despedir a un profesor.

El hippie:
estudiante, usualmente de años inferiores (de mitad de carrera para abajo) que cree que estamos en los años 70s, y que cree que la finalidad última de asistir a la universidad es la vida bohemia. Siempre cuentan con un grupo de amigos/seguidores que creen que sus proyectos son increíblemente buenos y no pueden entender por qué los profesores no los aprecian. A menudo son de izquierda.

El resentido social:
caso clínico de estudiante (sobre todo de primer año) que no puede entender cómo, tras incontables trasnochadas y esfuerzo infinito, reprobaron el curso de diseño. Síntomas más radicales incluyen odio hacia el cuerpo docente de la U, odio hacia la arquitectura y en algunos casos, llanto y resentimiento crónico. Usualmente se cambian de carrera al final del primer año. Un "pre-síntoma" claro de este padecimiento es el tener (antes de empezar a estudiar la carrera) visiones muy romanticistas (y de fijo, equivocadas) de la arquitectura.

El Matusalén:
aquel que tarda más de una década en salir de la U. A menudo aprueban los cursos al segundo o tercer intento, y su presencia en los edificios se vuelve fantasmagórica. Eso sí, su perseverancia es de admirar (lo digo en serio).


Apéndice 1: el arquitecto abortado
es el que, en una fiesta u otro evento social, se le acerca a uno y tras oir que uno es arquitecto o estudia arquitectura, le dicen

"yo quería estudiar arquitectura, pero:

-no sé dibujar
-soy malo para las matemáticas
-me casé
-etc.

Como dicen en las caricaturas, si me dieran ¢1 por cada vez que he oído esta patraña, no tendría que trabajar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

diay... la verdad es q nunca es tarde...

daniel dijo...

hola, sospecho que el arquitecto mesiánico, artista(autodeclarado) y hippie son lo mismo (tal como los describes). Aquí en Perú.