Empiezo por advertir que este artículo es poco objetivo, y está basado casi exclusivamente en mi experiencia personal, con todo lo que eso implica.
Mucha gente en América Latina suele ver a Norteamérica y a Europa para arriba. Yo tengo la dicha (dejemos eso en claro, me gusta estar aquí) de vivir en Noruega, donde en efecto hay muchas cosas envidiables. O eso parece.
A pesar de que usualmente mis gustos en cuanto a mujeres se acercan más a la mujer latina, he de admitir que en Noruega están las que, en mi humilde opinión, son las mujeres más bellas del mundo. Son casi increíbles, y son una buena porción del total de mujeres, las que son bellas.
Y no sólo son guapas, son femeninas, orgullosas de ser mujer, su "igualdad de la mujer" en la mayoría de casos no ha sido un argumento en contra de los tacones, las enaguas o el pelo largo, sino todo lo contrario, ha sido una reafirmación de la experiencia de ser mujer.
Sin embargo, la dinámica social es como cuando uno va manejando en un bosque, y se topa un venado parado en la carretera: al encender las luces, el venado o venados, salen huyendo y desaparecen de la vista.
Acá a uno se le termina haciendo costumbre ver diosa tras diosa incesantemente por las calles, pero es como ver un cisne volar: es obvio que se trata de una criatura hermosa, pero (casi) nunca, por (casi) ningún motivo, uno podrá tocar a ese cisne (como se podría tocar a un perro o gato, por ejemplo). Hay un límite que divide a la gente. En la analogía del cisne, el límite es físico: el aire; el cisne puede volar y uno no. En el caso de la dinámica social en este país, el límite, al menos para mí, sigue siendo un misterio. Sólo sé que entre cada noruego y noruega, y el resto de los seres humanos, hay una muralla invisible.
La próxima vez que hable mierda de Costa Rica, recuerde que hay lugares donde el sol no sale durante 6 meses.
Fuga, no paseo
Hace 2 años
6 comentarios:
pero ahora, cuando el sol sale, parece otro mundo y todos estamos felices! Es como vivir en cuatro paises distintos. Y lo bueno de salir de un invierno largo, es justamente esa felicidad - q no existe en paises calurosos. Nunca decimos mañana, mañana, porque hay q aprovechar siempre. Del verano, del invierno, del otoño y de la primavera.
Yin y yang.
Sin el invierno, es imposible disfrutar tanto el sol.
y a vos le gusta la oscuridad, no es asi? :)
Sí y no, eso de salir el sol era una analogía...
Y eso de que "todos estamos felices" me parece que lo llevan MUY por dentro.
Entiendo muy bien lo que quiere decir.
Creo que la clave aquí está en esforzarse por comprender la sociedad (estudiarla de ser posible, usando libros al respecto, etc.) para así ganarse el respeto de la gente.
En muchos de estos países la gente tiene esta idea que son "diferentes" y la cosa es que al final, todos tenemos casi las mismas inseguridades, etc.
Saludos.
Me encanta tu blog pero no se como agregarte y seguirte. Pon esa opcion.
Un abrazo desde España
Genial
Al igual que yo, vos disfrutas y admiras de la belleza y YA. Me explico?
No soy del tipo de hombre que dice: "Es que me gustan más las morenas". A mi me gustan las mujeres bellas. Supongo que la gran diferencia entre Europa y Latinoamerica es que allá usted (como ya lo ha mencionado) ve un desfile de perfección, cuando en Latinoamerica son contadas, pero mucho más accesibles que sus cisnes. Acá son más calientes, más amistosas, más agradables. Y no lo digo por experiencia, porque nunca he salido de Guatemala, pero por experiencia de otros.
Mi esposa es la mujer MÁS HERMOSA del universo, me quita el aliento, me hace admirarla cada segundo, me hace disfrutar de su belleza.
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