To every season, change

Cambiar de pareja es como cambiar de vida. De repente todo lo que antes era normal y aceptable, ahora es nuevo y desconocido. Todo lo que antes era una costumbre sagrada, puede ahora resultar un ritual trivial. Donde uno esperaba X, la nueva persona te ofrece Y.

Y es ahí donde reside la magia y el "rush" de adrenalina de la situación nueva. En conocer a esta nueva persona, evaluarla y evaluarnos, aprender a respetarla y entenderla, o decidir otro rumbo. Donde la piel anterior era un mapa cartográfico conocido con ruta hacia el cielo marcada con tinta fresca, la piel nueva es una caminata en el espacio -con los ojos cerrados-, con rumbo indefinido, y sin cosas que damos por sentadas (como la gravedad).

Ahora que apenas estoy nadando lejos de lo que durante tanto tiempo fue mi puerto, me pregunto:
- ¿Seré capaz de distinguir entre las costumbres de años, y encontrar realmente quién soy yo?
- ¿Me resultará sencillo sentirme en casa, en los brazos de alguien nuevo?
- ¿What me worry? Al final, tengo la tendencia a aprender de la vida...